(post cortesia de Nora, que me ha permitido reproducir un post suyo en otra blogsfera; Es tan claro que no me he atrevido a editarlo. Gracias Nora por tu generosidad)
Alguna lectura sugiere su nacimiento en la expresión aramea: “avara ka d’avara” (pronuncialo varias veces cada vez más rápido y verás!) que significa “creo mientras hablo”.
Alguna vez has pensando que cualquiera de los procesos que realices responde a a algunas de estas cuatro posibilidades?:
* pensar
* sentir
* decir
* hacer
Puedes probar hacer una lista de lo que te ha ocurrido y en la base se asentará en uno de estos cuatros pilares. Sobre los dos primeros cabe decir que forman parte de nuestro fuero interno. Sólo son conocidos por el otro en la medida que uso el tercero de manera que, sin ahondar en interpretaciones, no crean realidad fuera.
Sobre el cuarto podemos decir que, salvo algún dia o período excepcional, nuestro devenir se desarrolla con cierto mecanismo de rutina predecible.
Lo que realmente representa una oportunidad perpetúa de creación es el decir: con el decir genero que el otro me ame o me odio, colabore o se retraiga, se anime o se desaliente, sume o reste.Cada día, con poco o nada, tenemos la oportunidad de generar un entorno favorable o generar un entorno en el que no deseamos estar.
A una misma pregunta:
Quieres salir a comer?
Podemos ofrecer un infinito abanico de posibilidades que, por mencionar algunas de las negativas, vayan las siguientes:
* Tu insistes… sabes que estoy ocupado
* Estoy ocupado
* Me encantaría pero estoy ocupado
* Hoy no puedo, quizá otro día, te parece?
Resulta bastante claro que la realidad que se acaba de crear en cada una es diferente.
Cómo es la realidad que tu creas cada día?
Y si el decir crea realidad, el escuchar… milagros;
miércoles, 23 de abril de 2008
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